La venta de alcohol en trajineras de Xochimilco sigue, “sólo se buscó tapar el ojo al macho”: remero

 

Ivette Sosa

Parafraseando a Emmanuel Lévinas, escritor y filósofo francés, vivimos “en un mundo en el que toda aparición es posible simulación”.

 

Donde políticos, partidos y servidores públicos (en esta oportunidad me voy a referir solo a México), simulan que trabajan para y en bien del pueblo; y los ciudadanos fingimos y toleramos ese proceder.

 

Ello viene a cuento luego de que diarionoticiasweb.com estuvo en Xochimilco cubriendo un evento y nos percatamos que aquello de regular el consumo de alcohol en las trajineras, tras muerte de un joven poblano, el pasado 1 de septiembre, “sólo fue para tapar el ojo al macho”.

 

“Para que la prensa no estuviera chingando y bajara la información mediática contra la alcaldía de Xochimilco y su permisividad para la venta de alcohol durante los recorridos por sus canales”.

 

Es un remero de dicha alcaldía quien habla con esta reportera. Pide no lo grabemos, para evitar “pedos con sus demás compañeros y con las mismas autoridades locales”.

 

CHALECOS SALVAVIDAS

Durante el recorrido que hacemos por los canales, que siguen luciendo sucio, donde el lirio acuático sobresale entre el agua, observamos dos chalecos salvavidas sobre la larga mesa de la trajinera. Bueno, al menos eso de que habría un chaleco salvavidas por trajinera, se cumple.

 

Sobre el otro punto, de que los remeros tendrían que estar certificados como libres de consumo de drogas, no lo sabemos, porque en la embarcación no observamos ningún documento, ni los chicos traen algún distintivo que los acredite como tales.

 

Lo que es un hecho es que son personas con suma experiencia para mover las trajineras. Con suma habilidad, pasan de una a otra embarcación, se apoyan, se saludan, se gritan, silban, se cabronean y siguen, con una sonrisa y con amabilidad, su trayecto.

 

EL CONSUMO DE ALCOHOL, SIGUE

Aunque el gobierno de la Ciudad de México (GCDMX) y la alcaldía de Xochimilco anunciaron, con bombos y platillos, una nueva reglamentación para el servicio de trajineras, que regularía el consumo de alcohol a partir del 1 de octubre, ello no se cumple a cabalidad.

 

Es jueves y apenas son las 19:35 horas y observamos por lo menos tres trajineras donde hombres y mujeres jóvenes van bebiendo y ya lucen bastante jocosos. Con la música a alto volumen, gritan, bailan, brincotean y, con dificultad, algunos apenas pueden hablar y hasta sostenerse en pie.

 

Esto, pese a que José Carlos Acosta, alcalde de Xochimilco, sostuvo que se prohibirían bocinas y plantas de luz a bordo de las trajineras, pues éstas no eran “un lugar de pista de baile”.

 

UNA GRAN CANTINA, A CIELO ABIERTO

“La idea fue calmar la información mediática en contra de Xochimilco y de las autoridades, tras la viralización del accidente del chavo que murió ahogado. Pero las cosas no han cambiado. Los fines de semana los canales de Xochimilco siguen siendo una gran cantina, a cielo abierto”, dice nuestro entrevistado.

 

“Y que quede claro, nosotros damos un buen servicio, somos amables y conocemos los canales. Nacimos aquí. No se vale que quiera satanizar a los remeros, tampoco el servicio en trajineras”.

 

“Pero la neta -añade el remero-, las cosas no han cambiado. Sólo fue, como dice mi abuelita, taparle el ojo al macho, porque está claro que algunos, empezando por los funcionarios de la delegación Xochimilco, se han visto beneficiados desde hace mucho tiempo con negocios más allá del turismo, ¿verdad?”.

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